UNA FÁBULA SOBRE EL MIEDO
"El
Bosque" es la última película de uno de los directores más interesantes
de la actualidad: M. Night Shyamalan. Sin embargo, se ha convertido
pese a sus virtudes en el centro de la polémica y de la incomprensión
por gran parte del público y de la crítica.
Analizando los motivos nos encontramos de frente con una promoción engañosa
pero absolutamente eficaz a tenor de los resultados de taquilla, y sobretodo
con la terrible exigencia que recae sobre cada proyecto del realizador
desde el éxito que supuso "El sexto sentido" (pocos recuerdan ya que
aquella tampoco era exactamente una película de terror).
Todo ello parece haber negado al film su propia independencia como obra
creativa, estando supeditada a unas normas que parecen haberse establecido
(contra su voluntad) sobre Shyamalan: toda película suya tiene que ser
de terror y debe contener un giro argumental que justifique y de un
nuevo sentido a la historia vista.
Me parece ridículo exigir que esta o sus próximas películas deban seguir
esos cánones, la creación debe nacer de la libertad y eso es lo que
se ha propuesto el director en esta nueva obra, jugando al tiempo a
lo que se le presupone que debería haber hecho.
"El bosque" es una fábula
sobre el miedo, pero ni es una película de terror, ni de suspense, ni
pretende serlo, si se le tuviera que dar una definición diríamos que
nos encontramos ante un melodrama romántico con transfondo social (la
historia reflexiona sobre la sociedad en que vivimos).
La trama gira en torno a un pueblo (el verdadero título es ese, "The
village") que vive aislado de la ciudad más cercana por un bosque erigido
en símbolica frontera imposible de cruzar debido a que está habitada
por "aquellos de los que no hablamos".
No se suele decir mucho más de su argumento para no estropear la sorpresa
que muchos entienden como lo esencial de la historia y que a mi me trae
sin cuidado ya que resulta del todo previsible si se posee un mínimo
de perspicacia y se muestra atención a lo que se está mirando.
Esa sorpresa, mejor sería decir giro argumental o punto de inflexión
de guión, no está ahí para dar sentido a la historia como pasaba en
"El sexto sentido" sino para darle coherencia, lo cual marca una distancia
entre ambas obras que muchos no parecen haber visto.
Dejando a un lado todo eso, la película me parece intensa, bella, inteligente
y mágica.
Me parece intensa por la fuerza de la puesta en escena de Shyamalan,
la espléndida ambientación, los movimientos nerviosos de cámara y la
interpretación de Bryce Dallas Howard, absolutamente hechizante en su
papel de heroína ciega, cruce de Caperucita Roja (vestida de amarillo,
el color rojo esta prohíbido en el pueblo) y personaje de Emily Brontë
(no en vano una de las mayores inspiraciones del relato fue "Cumbres
Borrascosas", lo que tendría que dar una pista de que va todo esto).
Howard (hija del tontorrón director Ron Howard), es una actriz que debuta
con esta película en el cine y consigue de forma admirable llenar absolutamente
la pantalla con su mirada perdida en su universo de ceguera y sensaciones,
sin duda, se hablará mucho y bien de ella en el futuro, no en vano en
su próximo proyecto ha sustituido a Nicole Kidman en la trilogía de
Lars Von Trier iniciada con "Dogville".
Me parece bella por el romanticismo que se desprende de cada plano,
por las historias de amor que nutren la historia y le dan forma, y por
las escenas del porche (el momento de la declaración de amor del personaje
interpretado por el siempre magnético Joaquín Phoenix, filmado a contraluz
con un fondo de niebla perturbadora que finaliza con una panorámica
hacia una silla vacía; y el momento del primer ataque al pueblo por
la bestia donde la ciega espera en la puerta arriesgando su vida con
la mano extendida hacia la indefensión de la oscuridad en la que se
halla sumida, en espera del contacto de la mano de su amado).
Me parece inteligente por la manera que tiene Shyamalan de comunicarnos
lo que él quiere jugando al juego de las normas que se le exigen y que
he comentado antes, dando otra vuelta de tuerca a su cine, complementándolo
y enriqueciéndolo con un prisma nuevo.
Y finalmente me parece mágica porque la historia es una fábula, un cuento
sobre el miedo donde la única manera de vencerlo es a través del amor.
Se puede tachar a la historia de ingenua y se le pueden sacar algunos
pequeños defectos (a mi particularmente me hubiera gustado que en la
escena donde la ciega se interna en el bosque se hubiera buscado más
la ambigüedad y la magia a la que me refería antes, en lugar de la evidencia
de los hechos), pero pese a ello me niego a aceptar las críticas tan
negativas vertidas sobre la película, es más, el tiempo colocará este
film maldito en el lugar que le corresponde y muchos se darán cuenta
de que los árboles no les dejaron ver el verdadero bosque.
Como curiosidad decir que el realizador como siempre hace un cameo en
el film, en este caso sólo puede verse reflejado en un cristal.
U.C. (Daniel Farriol)